Nuestro planeta es principalmente agua, y los ecosistemas que habitan ríos, mares y océanos merecen nuestro respeto, sobre todo cuando los océanos son grandes captadores de CO2, uno de los principales gases que provocan el efecto invernadero.
Por eso, hemos decidido compartirle claves para cuidar el agua en sus diferentes formas. Queremos abordar este tema desde las diversas áreas que pueden impactar en nuestra manera de cuidar los ríos y océanos.
De ese modo, será más fácil adaptar estas recomendaciones a su vida cotidiana, y generar acciones desde lo individual para un impacto colectivo.
¿Alguna vez se ha preguntado cómo impacta al planeta el jabón o el champú que usted utiliza a diario? Muchos, vemos tan normal el uso de estos productos que no llegamos a imaginarnos si pueden afectar al medio ambiente al irse con el agua de la ducha.
Pues bien, en este primer punto que queremos abordar. Una de las principales claves para proteger los ecosistemas acuáticos es utilizar productos biodegradables, responsables con los arrecifes de coral.
Para lograrlo, le recomendamos elegir productos ecológicos y naturales, que no utilicen derivados del petróleo, fosfato o químicos peligrosos que contaminan el agua.
Otra de las claves del cuidado del medio ambiente está en la forma como nos alimentamos. Si está en sus posibilidades económicas, será muy valioso elegir alimentos que no provengan de formas de agricultura o ganadería intensivas.
En la producción de este tipo de alimentos de forma intensiva, suele utilizarse pesticidas, fertilizantes, antibióticos y todo tipo de químicos que al final se filtran en la tierra y terminan en las fuentes de agua más cercanas. De ese modo, se ven afectados muchos ecosistemas.
Por lo tanto, nuestra recomendación es que incorpore a su alimentación productos orgánicos y más sostenibles.
El plástico es el gran enemigo de los mares, y por eso, se requieren acciones contundentes frente a este. Aunque reciclar es una buena acción, esta debe ser la última alternativa, pues la clave real está en eliminar los plásticos de nuestra cotidianidad.
Sabemos que es más fácil decirlo que llevarlo a la realidad, pero el dejar de comprar o reducir la adquisición de productos en empaques de plástico puede ser un gran paso para motivar a las empresas a reducir o eliminar su uso.
La industria textil se ha transformado en un negocio altamente contaminante y con un gran impacto en el medio ambiente.
No son solo los grandes desiertos de ropa desechada en diferentes lugares del mundo, sino también, las toneladas de químicos que esta industria arroja a los ríos y mares. Se trata de una situación que se ha salido de control y que nos traerá graves consecuencias como humanidad.
Es por eso que reducir la cantidad de ropa nueva que compramos, así como evitar apoyar a empresas dedicadas a promover el “fast fashion”, será de gran ayuda para el planeta. También, le recomendamos darle una oportunidad a la ropa de segunda mano y asegurarse de cuidar su ropa actual para que esta tenga la mayor vida útil posible.
Cuando nos preguntamos cómo cuidar los recursos hídricos del planeta, la disposición de residuos se convierte en un tema clave a abordar.
Uno de los errores más comunes en los hogares es utilizar al fregadero como vertedero para elementos contaminantes como lo es el aceite. La recomendación, en el caso del aceite usado es guardarlo en botellas y llevarlo a puntos de recolección o incluso utilizarlo para hacer jabón casero.
Además, es indispensable cuidar lo que arrojamos al inodoro. Cuide siempre de no depositar allí elementos como toallas higiénicas, colillas de cigarrillo, pañitos húmedos y por supuesto, sustancias químicas.